Creo que es imposible. O prácticamente imposible. Saber cuándo se produce el momento exacto en el que uno encuentra un camino, una vocación. Poner en el calendario ese instante en el que algo nuevo se abrió paso entre las infinitas variables para convertirse en la única. ¿Cómo saber dónde y cuándo nació mi pasión por la comida y, sobre todo, por lo que rodea a la comida? Ese amor bien pudo haber nacido de una paradoja, en mi más tierna infancia, cuando comer me parecía una labor prescindible cuando no despreciable; también pudo haber nacido de la compasión por ese plátano que siempre quedaba a medias y que, según certificaba mi madre, “lloraba porque se quedaba solo”. También es posible que surgiera por la necesidad de mis bocadillos de salchichón que esa misma madre me preparaba con devoción después de mis tardes en la piscina. Tal vez la pasión por la comida y su poder de unir a las personas se encontrara escondida en los kilos de mayonesa de los cruasanes vegetales que Sandra y yo tomábamos sentadas en la plaza del Conde de Barajas. Pero quizás no naciera de la experiencia directa sino de la admiración intelectual hacia Marvin Harris y su célebre libro “Bueno para comer”, donde descubrí un puñado de teorías plausibles sobre otros usos de la comida, tan o más importantes que la de darnos sustento. Y encima contarlo con gracia y con erudición. Como digo, me resulta imposible decir cuál de estos momentos, u otros que no recuerdo pero que seguro que me han impactado, marcan el comienzo de un camino que tiene una de sus paradas precisamente en este blog.
No sé de dónde vengo (o de dónde viene) y, para colmo, tampoco sé adónde me llevará esta pasión mía. Pero supongo que lo iremos descubriendo por el camino.
Vanessa Quintanar Cabello
Mi perfil en Linkedin: https://www.linkedin.com/profile/view?id=AAMAAA07SWEBBKyzMs-Z_NSxKBgJ32N-y1Hv4DU&trk=hp-identity-name
A tu madre le gustaria saber que te acuerdas de sus infantiles chantajillos emocionales…
jeje, se lo diré, se lo diré…
Apreciada Vanessa,
Primeramente felicitarte por tu blog y tus comentarios relativos al Proirat y sus vinos. No obstante, quisiera que fuera modificado el enlace que aparece al clicar Rene Barbier, pues el mismo, a pesar de corresponder efectivamente a la marca Rene Barbier de la que no soy propietario, no pertenece a la DOQ Priorat. Nuestra página web se halla en construcción y en breve podrá ser elnlazada. En el ínterin te rogaria que tu blog redireccionara a la página http://www.clos-mogador.com/index.html.
Tan pronto esté operativa nuestra página te lo comunicaré; entretanto recibe mi más afectuoso y cordial saludo.
Rene Barbier.
Estimado René: Muchas gracias por tus amables palabras y también por el enlace que me facilitas. Cuando esté operativa vuestra página web, no dejes de contactar conmigo para actualizar el enlace. Un cordial saludo.
Hola. No sé si estás siguiendo el follón del grupo de linkedin en dóde dejaste enlace al post del Priorat. Si lo has hecho verás que mi inveterada manía de meterme en donde no me llaman y defender causas perdidas casi me causa un infarto de miocardio. En cualquier caso lo que ha producido, me temo, es el abandono de un grupo en donde no hay nadie capaz de reconducir las idioteces.
En tdodo caso lo doy por bien empeado, dado que me ha permitido echarle un vistazo a tu blog. Hay muchas de las cosas que dices que no comparto, pero eso se debe a que soy un viejo cascarrabias. Lo que sí aprecio es el entusiasmo y la sensibilidad que destilas. De modo que mucho ánimo, enhorabuena y a seguir así.
Muchas gracias por tus palabras, Etxeoquehai (por cierto, qué gran verdad galaíca). Lo cierto es que hace unos días que dejé de seguir el debate. Como decía un cantante, catalán para más inri, «aprendí a soportar sólo lo soportable». En cualquier caso, si todo esto ha servido para tener un lector crítico y educado, creo que ha merecido la pena, aunque siento muchísimo que a ese mismo lector haya podido causarte un pequeño disgusto este asunto. Seguimos aprendiendo (y disfrutando), que de eso se trata.
Hola Vanessa, he estado esta tarde disfrutando de tu presentación y cata en el Museo del Romanticismo.
Me han encantado tus explicaciones y la cata tan distinta de lo que hariamos hoy en día.
Gracias!!!!
Pilar 🙂
Hola, Pilar, muchísimas gracias por tu comentario y por tu asistencia. Me alegro de que hayas pasado un rato agradable poniéndote por un momento en la piel de un aristócrata del siglo XIX. ¡Siento que no estuviera también la comida! un abrazo.
Vanessa